Se cumplen 71 años de las elecciones que llevaron a Perón a
la presidencia por primera vez. Ya contamos acá
la visita que el general y Eva hicieron a Santa Fe en gira electoral. Y por acá
cómo se posicionaron en la previa los dos diarios más importantes de la ciudad.
El
Litoral y El
Orden, dos verdaderos diarios militantes. También dimos cuenta de unas perlitas,
cuando ambos diarios se enfrentaron al proponer el primero un pliego de
condiciones al nuevo gobierno.
Revisemos ahora qué decía El Litoral el mismo 24 de febrero,
cuando publicaba que Pocas veces se ha votado con tanto interés en esta capital.
Destacaba el diario el gran trabajo de las fuerzas de seguridad y la normalidad
con que se habían desarrollado las elecciones.
En el editorial del mismo día, se muestra exultante frente a
todos los indicios que le indicaban que la Patria estaba salvada, era evidente
que ganaría la Unión Democrática, aún sin haberse contado un solo voto.
Por ello se permite el diario exponer cómo borrar lo que
habían sido años de oprobio bajo el régimen que se había impuesto el 4 de junio
de 1943. Había que “reeducar a esas bandas insolentes excitadas por malos
dirigentes y conducidas a su degradación y aun a la delincuencia”.
Y no solo la vida de las personas deberá ser celosamente guardada por las autoridades públicas, sino su honor, su tranquilidad y su pudor. Laboristas y radicales disidentes podrían organizar sus adherentes en forma orgánica y dentro del respeto a la ley y a la cultura argentina. Si así no lo hicieran y tampoco se empeñaran por educar a sus afiliados, se tendrá derecho a poner a esos grupos fuera de la ley.
Los laboristas y radicales disidentes, gracias a los
“partidos democráticos”, habrán logrado, señalaba El Litoral, su derecho a
votar, a organizarse como partido y a difundir sus ideas “de mejor manera que asesinando
gente o agraviando mujeres”.
La tarea de reeducación no sería fácil, porque hacía falta
también superar las condiciones económicas que habían provocado millares de
personas “descontentas, resentidas, sumidas en la ignorancia, sin sentido
moral”: una “subclase” que estaba constituida no solo por argentinos, sino
también por “extranjeros fascistas”.
La “juventud extraviada”, los “obreros inducidos mal” y los
“criollos engañados” debían ser motivo de preocupación.
“El porvenir de
nuestro país es seguro y creemos, por muchos indicios, que ha sido salvado
definitivamente”, finalizaba El Litoral. Y en esa algarabía, agradecía a la
juventud, mujeres y partidos democráticas cuya lucha había sido “factor
predominante para imponer la solución a la cual estamos a punto de llegar”.
A veces los pronósticos fallan.
0 comentarios:
Publicar un comentario