La gigantesca marcha opositora del 19 de septiembre de 1945 fue
reflejada ampliamente en la prensa local. Extasiado, El Litoral publicó las
repercusiones en los más importantes diarios de Estados Unidos y Londres.
Consideró, en un editorial, que la ciudadanía estaba en marcha. Poco después
llegaba el 17 de octubre.
Ya nos habíamos ocupado brevemente de la Marcha de la
Constitución y la Libertad aquí.
Sin embargo, vale la pena reiterar algunos conceptos y agregar algunos más.
Los apoyos en Santa Fe fueron variados. El día previo, El
Litoral publica en una crónica: “En una actuación de amplia exteriorización de
sentido democrático, las entidades a que nos referimos han resuelto adherirse
ampliamente, de manera que mañana el comercio y la industria de toda la
provincia clausurará sus actividades después de mediodía, adhiriéndose así a
los ideales que promueven esta marcha patriótica”. Los Centros Comerciales de
varios puntos de la provincia, la Sociedad Unión Industrial de Santa Fe, la Asociación
de Ferreterías, Pinturerías y Bazares de Santa Fe, la Sociedad de Patrones de
Sastres, la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías, Bares y Anexos,
la Unión Gremial Obrera Local, el Centro Democrático Pro Cultura de la Mujer,
los Centros de Estudiantes de Derecho e Ingeniería Química, que realizaron un
paro estudiantil.
Con cables provenientes de la agencia UP, el mismo 19, El
Litoral despliega varios titulares.
En tapa: Alcanzó proyecciones impresionantes la marcha de la Constitución y la Libertad en Buenos Aires. Aproximadamente 500.000 personas
participaron en la concentración cívica.
En página 2: En el acto se sintetizó el anhelo colectivo del
pronto retorno a la normalidad institucional.
La prensa internacional
Al día siguiente, el diario publicó las repercusiones que la
marcha tuvo en la prensa “mundial”. También con cables de la agencia UP,
destaca, entre otros, el titular del Post, que marcaba: La manifestación por
la libertad en la Argentina puede encender la chispa de la explosión.
El New York Times aseguró que “una multitud sin precedentes
gritó: Muerte a Perón”.
El corresponsal de este mismo diario señaló: “La manifestación
se realizó sin incidentes dignos de notar y el pueblo argentino demostró así
que es capaz de desarrollar sus reuniones políticas en forma ordenada, cuando
la policía lo deja en paz”.
Llamó la atención del corresponsal del Herald Tribune, que publicó
dos de los cánticos que se escucharon en la marcha: “’Muera Perón, muera la
dictadura militar’ y ‘Hoy hacemos el cajón para Farrell y Perón’. Este lenguaje
raras veces se habló en la Argentina”.
Se publican también varios fragmentos aparecidos en diarios
londinenses. Es muy interesante el del Daily Mail, que calificó la
manifestación como "una revolución de Bond Street podía haber presentado semejante
desfile de modas. Ni Mr. Cochran hubiera podido hacer una mejor exhibición de
damas hermosas. Solo Argentina podía combinar la política y la moda en una
amalgama de expansión política y gran animación”.
Finalmente, El Litoral reproduce el editorial del New York
Times en forma completa. Del texto, destaco la siguiente interpretación:
Ningún otro gobierno dictatorial ha sido jamás repudiado por su pueblo en la forma tan cabal y completa como lo ha sido el actual gobierno de facto de la Argentina. Ahora sólo apoyan al gobierno el ejército y las organizaciones títeres cuyos hilos maneja el coronel Juan Domingo Perón. El rico y el pobre, el gaucho y el terrateniente, el obrero y el profesor universitario, todas las capas de la Nación Argentina están en contra de los coroneles y no sólo están en contra sino que marchan en el gran desfile de la Constitución y la Libertad por las calles de Buenos Aires bajo la amenaza del fuego de la ametralladoras.
En marcha
Se ha visto: la interpretación del diario local es de un
éxtasis total que no podía sino estar refrendada por lo más selecto de la
prensa mundial, o, mejor, de los centros de poder a los que le interesaba, como
siempre, pertenecer.
La ciudadanía en marcha es el título del editorial que en un
fragmento dice:
Esta marcha indica a los que aun no comprenden que nuestro pueblo es enemigo irreconciliable del fascismo, de la tiranía, del escamoteo electoral. Que sabe que el porvenir es suyo y que con una decisión heroica, que la infunden mujeres y jóvenes, nativos y extranjeros, pobres y ricos, unidos fraternalmente en las filas democráticas, en la calle de todos y no desde escondidos tugurios o posiciones públicas, sabe que también la Argentina tiene que ocupar un lugar entre las naciones cultas y progresistas, y sus pobladores deben poder desarrollar dignamente sus actividades, sin dependencias que menoscaban y sus tutorías demagógicas.
Autoproclamado exégeta del pueblo argentino, El Litoral,
conmovido, como reitera en varias oportunidades, cierra el texto:
Es digno de señalar, además, el contenido social y la inclinación en canciones y estribillos hacia un sano nacionalismo, que identifica los actuales movimientos con los tradicionales en defensa de la libertad. Cielitos y zambas pusieron en el ambiente porteño un acento cálido de nacionalidad, de amor a la tierra, al país, compuesto de provincianos y los porteños, de hombre de todas las creencias y partidos, con un solo objetivo: lograr una efectiva independencia económica, un alto nivel cultural, un mayor bienestar para todos sus hombres y un lugar junto a los otros países libres del mundo moderno y ello solo es posible mediante la libre expresión democrática.
Los objetivos de la marcha se cumplieron parcialmente: No
murió Perón, pero sí fue destituido y encarcelado. Y pocos días después, otra
marcha, no tan “culta” y que no fue un desfile de Bond Street, cambiaba el
curso de la historia argentina.
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