Luego de una intensa campaña
en favor de la Unión Democrática, y ante la evidencia de que Juan Domingo
Perón iba a asumir, El Litoral elevó desde sus páginas su pliego de condiciones
al nuevo gobierno. El Orden lo llamó “el saboteador local” y dedicó varias
ediciones a ponerlo en su lugar.
De todos los epítetos que El Orden le dedica a El Litoral en
abril de 1946, me quedo con dos, por su originalidad, por su pertinencia, acaso
por su actualidad: “intérprete a sueldo de la bullanguería democrática” y “avezo
nadador entre dos aguas”.
El 8 de abril se había abierto el último sobre del escrutinio y la Unión
Democrática y sus paladines republicanos no habían podido con el líder populista.
Lo del Colegio Electoral era un trámite.
Ya no había vuelta atrás. Perón sería presidente.
Frente a esta situación, El Litoral decidió utilizar sus editoriales para marcar territorio. Tenía un
recientemente “peronizado” contrincante en el diario El Orden, que no se la
dejó pasar.
La verdad, estuve rato largo pensando cómo redactar este
post. Y, después de darle muchas vueltas, creo que lo mejor es dejar hablar a
los diarios. Me detengo especialmente en El Orden. Las posiciones de El
Litoral, básicamente, no han variado mucho pese al esfuerzo de acomodarse a la
situación creada por el triunfo de Perón luego de haber sostenido lo que sostuvo sobre los descamisados. Pero la furia del diario peronista/”populista”
frente a la calma “republicana” en busca de reacomodamiento, no merecen mayores
comentarios (aunque no me puedo privar de algunos).
Dice El Litoral:
Resumiendo, y antes de pasar a las citas, el vespertino
sostiene que el triunfo peronista no fue aplastante y por lo tanto deberían revisarse
los sistemas electorales (algo así como que “la victoria no da derechos”, vieja
zoncera).
- Por lo tanto, el nuevo gobierno debe ser responsable: "La responsabilidad del gobierno exige serenidad, aptitud y disposición sincera. La demagogia no logra satisfacer ninguna aspiración pública porque mediante ella no se hace sino prometer lo que de antemano se sabe que no se puede cumplir y además, porque el demagogo, no solo miente, sino que concluye por engañarse el mismo y así, termina por considerar soluciones lo que casi siempre no son sino simples recursos, una lamentable engañifa o una pálida apariencia de una realidad que excede los recursos y la capacidad de solución del que promete pensando más en sí mismo o en su círculo, que en la sociedad".
- "Analizando el resultado de estas elecciones en términos generales se comprende que el triunfo del laborismo con ser rotundo, no es aplastante ni la expresión popular que se orientó hacia sus programas es una mayoría total".
- "Otro sector del país espera ver atendidos sus intereses legítimos con celo por las nuevas autoridades, y no tanto porque sean sus intereses sino porque constituyen reservas y valores necesarios para la república".
- Aquí El Litoral introduce una figura que será largamente fustigada por El Orden. La de los “descendientes”, encargados de ir “vigorizando” la conciencia democrática. (Hasta aquí, del editorial La responsabilidad del gobierno, 8/4/46).
- Insistiendo con que el triunfo no había sido abrumador, dice el diario que “se está subestimando, sin ningún derecho, a los grupos políticos de la unidad democrática, derrotados en los comicios de febrero”
- Ahora una dedicatoria a las masas peronistas, que aún no habían alcanzado el estatus de ciudadanía democrática (nunca lo harían): "Los grupos insolentes que alteran el orden, insultan y vejan; individuos irrespetuosos e ignorantes de sus propios derechos y del decoro a que tienen opción, no hacen sino desprestigiar y demorar el logro de justas aspiraciones. Por eso es conveniente razonar y obrar de acuerdo con una lógica y no a impulsos primario". (Equilibrio electoral, 9/4/46).
Y dice El Orden (la saga Un saboteador local se extiende
desde el 14 al 19 de abril):
- En primer lugar, considera que El Litoral está en una “campaña confusionista”, consistente en “suministrar orientaciones al gobierno democrático surgido el 24 de febrero” que se destaca “por su virulencia consejera y por los desatinos a que lo induce el resentimiento de la derrota”. Además, “sin que nadie lo haya llamado, pretende erigirse, ahora, sin ninguna autoridad, en mentor de la revolución triunfante, a la cual desesperadamente se opuso por todos los recursos a su alcance”.
- "Están ingénitamente inhabilitados, y hasta el papel de vulgares conspiradores les queda grande. Ciertos ocasos resultan demasiado tristes". (14/4/46).
- "En su tambaleante posición de querer continuar saboteando la obra de la revolución social y de prepararse a disfrutar económicamente las ventajas que, en publicidad, por ejemplo, le puede ofrecer el gobierno surgido de aquella, un diario local está haciendo desconcertantes juegos malabares".(15/4/46) (No comments).
- "¿Cómo puede este órgano del Cuento Chino, mientras aguarda que lo asesoren “nuestros descendientes”, arrogarse el cargo de Consejero de quienes él combatió hasta ayer con no disimulado encono, llamándolos fascistas, nazistas y totalitarios por el sólo hecho de pretender un poco más de justicia para los humildes en un clima asfixiante de privilegiados, injustos, arbitrarios y fraudulentos?"
- "Hállase, en consecuencia, del todo inhabilitado para el cargo que pretende asumir, siendo, además, peligrosa su intromisión, desde que, como se ha dicho, queriendo estar bien con Dios y con el diablo, prosigue, con reticencias injustificadas y con malignas insinuaciones, sembrando, como lo hiciera en la campaña preelectoral, el confusionismo, afirmando y negando al mismo tiempo, para así, aparecer, luego, según su vieja modalidad, estando con todos, cuando en realidad con los únicos con quienes está es con sus amores de siempre, con los representantes del desorden, de la regresión, con los opresores y esquilmadores de las clases trabajadoras, a las que, como se sabe, trató de “masas incultas” y de “gente mal entrazada”, haciéndose por ello acreedor a las resonantes silbatinas que éstas le proporcionaron en distintas ocasiones, como es del dominio público". (16/4/46)
- … "creyendo que con unas cuantas frases alambicadas e incomprensibles, rubricadas con una ligera sonrisilla de suficiencia cachadora son elementos bastantes para que se le dé vía libre y presentarse donde quiera como perrito de todas las bodas".
- "Ya puede intentar amores con los peronistas, con los “alpargatudos”, a quienes hoy les dedica frondosas crónicas para suplir las modestas informaciones que, durante la campaña preelectoral, les negó sistemáticamente con reparos de pituco, temeroso de contaminarse con la “gente mal entrazada”. Todo por tardío y desleal, es ya inútil".
- "Ante la lección de los hechos, un prudente retiro para poder meditar en silencio sobre lo deleznable de las ilusiones políticas, es la mejor receta". (17/4/46)
- "¿Cómo era posible, en consecuencia, que “los descamisados alpargatudos” a los que consideró “un escarnio para la cultura argentina”, se atrevieran a triunfar en comicios libres y garantizados por todo los medios que él mismo auspició para la mayor seguridad de la expresión de la voluntad ciudadana? ¡Eso no podía ser normal!"
- El Orden considera a El Litoral un diario con “cuarenta años de atraso”: "Descubrió que la Ley Sáenz Peña, de la que habíase declarado idólatra hasta unos momentos antes, era una cosa falluta, que debía substituirse por otra en que los votos no se contaran, sino que se pesaran".
- "Son como se ha dicho, cálculos risueños sin el boletero. Este lo deja hacer, y se ríe. La sorpresa será cuando, tras este trabajo su solicitación, compruebe que el puente que está construyendo no tiene mayor solidez que la de los calumniosos infundios que estuvo publicando a favor de la Comandita, deshecha para siempre en la memorable jornada del 24 de febrero, fecha fatídica para los mistificadores".(18/4/46)
- "La revolución victoriosa y en marcha exige que no se la desnaturalice, ni por los ataques solapados de los consejeros oficiosos, ni por aquellos que, como en el caso, percatándose de que para la ofensiva directa ya se les ha roto el cuchillo, buscan congraciarse, y a cualquier precio, con quienes si no los necesitaron para triunfar de manera abrumadora, mucho menos los han de precisar, hoy, en su cometido de realizar la grandeza social y económica del país, a cuyo efecto los ha habilitado la confianza ilimitada que les acordó el pueblo en un pronunciamiento cívico sin precedentes".
- La saga finaliza: "No hay que ser excesivamente crueles, mencionando la soga en casa del ahorcado". (19/4/46).
Me encantó el desparpajo de El Orden, el populista, frente
al republicano El Litoral. Tenemos el diario del lunes, claro, por eso podemos
decir que el matutino se equivocó respecto al vespertino: "Hay palabras y actitudes irreparables" (16/4/46).
El Orden desapareció con el peronismo. El Litoral volvió al “republicanismo”
el 19 de septiembre de 1955. Y así estamos.
(*) Todas las negritas son mías. Y bue...
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