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La 'Libertadora', Santa Fe y "la señora"


Una vez más, me voy en promesas: juro que ya habrá más. Les dejo la crónica de un “resistente” de cómo vivió Santa Fe el derrocamiento de Perón, los inicios de la “Comisión Investigadora” y una breve reflexión acerca del rescate del título de “la señora” para la presidenta.

Juan Vigo fue un periodista que trabajó muchos años en El Litoral, encargado durante algún tiempo de escribir sus editoriales. Era comunista y aunque durante la década peronista no renegó de sus orígenes, siguió –con diferencias– el camino de Rodolfo Puiggrós. En 1955, se transformó en un “resistente”. Fracasados los intentos de dar algo de organicidad a la resistencia, Vigo fue detenido. 
Con los apuntes personales escritos en la cárcel, publicó en 1973 “La vida por Perón! Memorias de un combatiente de la resistencia”.

Vigo marca un contraste: en el centro de la ciudad había inmensa algarabía, desde el preciso momento en que la sirena del diario de la tarde anunciara la caída del gobierno. 

Se lanzaron los estudiantes a la calle, mientras cientos de automóviles, brotados como bichos en noche de  tormenta, cargados de hombres y mujeres de las clases ricas y monopolizadores de la “cultura” atronaban con sus bocinas. Profusión de banderas, como jamás se viera en las festividades patrias, ondeaban en balcones y azoteas.

Otra era la situación en los barrios. Allí “imperaba una especie de desconcierto, aunque esta no sería la palabra más apropiada para expresar cabalmente el sentimiento reinante. El impacto había sido muy fuerte, pero nadie creía que la situación podría durar. Una gran fe, brotada quizás de lo más profundo de la conciencia colectiva, parecía dar fuerza a los espíritus al mismo tiempo que comenzaba a nacer –ahora sí– un odio profundo contra lo que genéricamente se llamaba oligarquía, a la que hasta ese momento se había mirado con alegre despreocupación, ya que jamás hubo hacia ella esos sentimientos que en algunos países han arrastrado a las masas a cometer tremendos escarmientos”.

¿Quiénes eran los que festejaban? No hay diferencias entre los recuerdos de Vigo y la crónica de El Litoral: Vigo habla de “comandos civiles” que ocuparon las calles del centro. Estaban compuestos por “muchachitos de familias de ‘apellido’ o hijos de ricachones descendientes de inmigrantes, pertenecían en su mayor parte al Colegio de la Inmaculada Concepción de los Jesuitas”.“Esos grupos recorrieron el centro arrastrando detrás de sus automóviles los bustos de Perón y Evita que encontraron a su paso o que sacaban de las oficinas públicas y locales del partido peronista”.

A las manifestaciones no faltaron “la empingorotada dama ‘democrática’, algún ‘maestro’ de la juventud puesto fuera de uso en los últimos años, el rico ganadero y dirigentes conservadores, radicales, socialistas, demócratas progresistas”.

Esta Unión Democrática resucitada se dirigió hasta una estación ferroviaria, donde se emplazaba un busto de Perón con una placa que recordaba la nacionalización del servicio.

Al aproximarse la manifestación, los empleados cerraron las puertas de acceso y se prepararon para rechazar la agresión. La columna, que ya había cometido desmanes en el centro, saqueando edificio, quemando retratos y símbolos, derribando bustos y agraviando personas, se aproximaba dispuesta a proseguir su santa acción purificadora.


Cuando llegaron, se les advirtió que se repelería cualquier agresión. El llamado a la prudencia los enardeció, avanzando en medio de una infernal gritería, con armas, piedras y palos. Se oyeron disparos de ambas partes, viéndose caer mortalmente herido uno de los manifestantes. La turba se dispersó. A eso se llamó después “asesinato”. Los obreros retiraron el busto del general Perón, llevándolo a un lugar seguro, a la espera de que algún día pudieran restituirlo a su sitio.

El Litoral, el 20 de septiembre es más escueto. Su título principal es “Con serenidad recibió la población de nuestra ciudad el armisticio”. Esa serenidad se refiere a una manifestación “entusiasta y en todo orden”, que había protagonizado un grupo de jóvenes desde San Martín al sur hasta calle Catamarca. “Únicamente” se escuchaban vivas a la Patria.

Decía también el diario que la mayoría de las casas del barrio sur y del barrio Candioti, habían amanecido embanderadas. ¿Los demás barrios? Ya lo dijo Vigo (*).

La señora

Por decreto del 7 de octubre, se creó la Comisión Nacional de Investigaciones, que daría a la luz unos años después al tristemente célebre “Libro Negro de la Segunda Tiranía”. 

El que tenga estómago, puede descargarlo acá . Yo tengo un buen estómago pese a todo. 

Entre las páginas 43 y 46 hay un subcapítulo titulado “La señora”, que contiene un revulsivo análisis sobre la figura y la obra de Eva Duarte de Perón.

  • Una extraña mujer, distinta a casi todas las criollas. Carecía de instrucción, pero no de intuición política; era vehemente, dominadora y espectacular.
  • Era una fierecilla indomable, agresiva, espontánea, tal vez poco femenina.
  • La naturaleza la había dotado de agradables rasgos físicos, que acentuó cuando la propicia fortuna le permitió lucir joyas y vestidos esplendorosos. Desquitábase así de la propia miseria no olvidada, de sus recientes frustraciones de artista inadvertida y sin porvenir.
  • Su muerte temprana evitó al país más graves perturbaciones
  • El dictador dejaba hacer a “la señora”. Sabía que sus arrebatos convencían a las gentes primarias más que sus propios discursos de adoctrinamiento
  • El mito de Eva comenzó con su patético “renunciamiento” y se acentuó cuando el Parlamento sometido la proclamó “jefa espiritual de la Nación”, y muy poco después cuando resolvió erigirle un monumento.
Yo prescindo de los análisis sobre este particular; ya lo hizo y muy bien José Pablo Feinmann en “Peronismo I”.

Sólo quería traerlo a colación porque a mediados de octubre de 1955, mientras se prohibían los actos por el 17, se conformaba una comisión investigadora provincial, que estaba compuesta, entre otros, por el glorificado Aldo Tessio.

El Litoral publicó durante varios meses, cada día, las crónicas de sus tareas, incentivando a los ciudadanos a denunciar a sus vecinos, entre otras cosas. Y acá va la promesa: ya lo veremos.

Es el mismo diario que hoy resucita el vocablo para referirse a la presidenta. “La señora”. No digo más. Por ahora.

(*) Aún no consigo todos los datos biográficos que quisiera acerca de Juan M. Vigo. La crónica reproducida está en las páginas 23 a 25 de la primera edición (1973, A. Peña Lillio editor S.R.L.). El ejemplar del que tengo copia pertenece a la Biblioteca del Archivo General de la Provincia y está dedicado a Catalina Pistone. Dice así: 
Mi querida amiga: Este libro fue, como queda dicho, escrito en la cárcel y publicado casi tal cual están los apuntes. Hoy no sería tan severo para juzgar al Movimiento del 16 de septiembre ni tan benevolente con Perón.
En cualquier manera es un documento y no se escribió otro similar. Rubrico una vez más, todo lo que digo, sobre todo al final, sobre cómo hay que encarar la acción para salvar a nuestro maltratado y estoico país. Santa Fe, set. 1 de 1977.
Tiro esta botella al mar, para comprender la biografía política de este comunista-peronista–periodista-resistente.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen trabajo Cintia, ...qué raro El Litoral. Gorileando siempre Saludos. Diego M

Anónimo dijo...

Un tal Alaniz,un triste contador de anécdotas ,todas incomprobables, que en su profunda estupidez se pretende un intelectual, recuperó el vocablo "la señora" para dirigirse a la Presidenta. Esos pequeños cerebros, primates,solamente pueden invertir su tiempo en destilar resentimiento e ignorancia. Asi les va.

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

Excelente como siempre Cintia, imprescindible ejercicio de memoria para entender el presente

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

Excelente como siempre Cintia, imprescindible ejercicio de memoria para entender el presente

Lilian Ferro dijo...

Imprescindible tu trabajo Cintia cuanta necesidad de conocer los nombres de los macartistas impolutos que se ensalzan como pròceres y toda su descendencia usufructua de una fama transformada hoy en cargos y privilegios

Anónimo dijo...

CUANTOS AÑOS TIENES CINTIA?

Santa Fe en ruinas dijo...

no hay q olvidarse a quien pertenece "EL DIARIO EL LITORAL" dado q sabiendo quien es dueño del mismo podremos darnos cuenta a donde van apuntadas sus notas.

 
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