Searching...

Negocios de familia

¿Alguna vez un gobernante santafesino utilizó a la política como una "pyme"? Varios diarios en Santa Fe se ocuparon de señalar cómo familiares de la gente que nos mandó convirtió en potentados a sus familiares pobres de ayer. O cómo los parientes de un intendente tenían libertad para aumentar sus salarios, mientras las deudas con la educación seguían incrementándose.

En 1886, junto al gobierno de José Gálvez, nacen dos periódicos. Uno, Nueva Época, para apoyar su gestión y el otro, La Revolución, para hacerle frente.

Dos años después aparece La Provincia también, con un propósito claro. En su número 1 explicaba:

Dos años y 18 meses han transcurrido desde que el actual gobernador asumiera el mando de la provincia y desde entonces hasta ahora la opinión pública ha buscado en todos sus actos la atinada dirección que imprimiera a los negocios públicos. ¡Triste realidad!

La triste realidad de Santa Fe y del gobierno de Gálvez era que tanto en el orden administrativo como en el político no revestía “el examen menos exigente”.

Eso obedecía

o a enriquecer a los de su familia, convirtiendo en potentados pobres de ayer o en hacer servir las fuerzas del gobierno para incubar la candidatura de su ministro favorito.
Así ha podido constatarse que el gobierno del Dr. Gálvez, desde su iniciación se encuentra reducido al estrecho círculo de sus parientes, sin que jamás haya tenido en cuenta la competencia del que, a capricho destina para una u otra función pública.

En la Municipalidad también

Según una breve biografía realizada por Diego de Santillán en su Gran Enciclopedia de la Provincia de Santa Fe, Manuel de Irigoyen fue un gran intendente de la ciudad. Fue nombrado en el municipio por Rodolfo Freyre y gobernó entre 1904 y 1908.

En su gestión hizo adoquinar 78 cuadras, construyó la capilla y el osario del cementerio de Barranquitas, construyó la maestranza municipal, proyectó y ejecutó el banco Municipal, reorganizó el alumbrado público con lámparas de arco voltaico y de incandescencia, municipalizó los servicios de tracción a sangre de la empresa Juan Velar, entre otras cosas más.

(¡Entonces, una vez, en Santa Fe, existió el estado municipal! Nada de lo hecho por Irigoyen se hizo sin consultar a Freyre: ni lo bueno, ni lo malo. ¿Se heredan en los genes estas acciones? Freyre es el bisabuelo de Ezequiel Martín…)

Una cosa es escribir una enciclopedia, y otra es escribir un artículo periodístico en el mismo momento en que Irigoyen gobernaba.

El 8 de enero de 1905, el opositor diario Unión Provincial, publicó un artículo que tenía un extenso título: Administración municipal. Menos recursos y más gastos. Aumentos a granel. Camino a la bancarrota.

Decía la nota:

El nuevo intendente y sus consejeros, como si tuvieran prisa en sacarle jugo a las prebendas que ocupan, lo primero que han hecho para regularizar la administración municipal es aumentarse los sueldos de la siguiente forma: intendente (la caridad bien entendida empieza por casa) de 500 a 600$, y como el señor intendente tiene $ 200 para gastos de representación gozará de $ 800 al mes de sueldo, casi el doble de la dieta de senador.

Según el artículo, el Receptor de rentas, que era hermano del intendente, había tenido un incremento de 250 a 300. El secretario del Concejo Deliberante había obtenido igual aumento; “casi no vale la pena de observar”, dice el diario: “se sabe que es uno de los íntimos de Freyre y el prosecretario, director de un subvencionado”, decía refiriéndose a un diario oficial.

Finalmente, y como un antecedente de las actuales deudas con el FAE, Unión Provincial cerraba su artículo señalando:

La municipalidad va hacia la bancarrota por ese camino de rumbosidades a favor de sus empleados superiores. A esto se agrega que la municipalidad no puede pagar desde hace varios meses los $ 1500 mensuales que debe entregar al Consejo de Educación por la subvención escolar, deuda sagrada que debería abonar antes que ninguna otra.

Cualquier semejanza con el presente... es... ¿qué era?

0 comentarios:

 
Back to top!