El 17 de agosto del año pasado llegué, después de varias postergaciones, hasta la casa de Atilio. Íbamos a hablar de la historia de la Asociación de Prensa de Santa Fe. Obviamente, tuvimos que hablar de él también; de él que me recibió con unos mates dulces y “Peronismo I”, de José Pablo Feinmann en la mesa. Por largos ratos la entrevista se interrumpió hablando de eso, de Clarín, de Néstor y Cristina. Y del periodismo.
Atilio Pravisani se inició como periodista en la revista “Opinión Deportiva”, junto a Ernesto Patrono y luego siguió en “Audición Deportiva”, en LT9. En 1968, fue convocado para trabajar en Nuevo Diario. “El ‘viejo’ Bobbio, en la lucha titánica que tenía contra El Litoral, que era una lucha a muerte, más o menos como Clarín con el gobierno, pago chico acá, para qué te voy a contar, se le ocurre la idea de largar un matutino. El ‘viejo’ no tenía la menor idea de lo que era un diario, conocía algo a través de dos o tres años de televisión, la cuestión es que a mí me entusiasmaron con hacerme cargo de deportes, pero hacer un diario, matutino… trajo gente de Buenos Aires, me acuerdo que el secretario de redacción había estado trabajando en Crítica, proyectó un diario con estilo de Buenos Aires, y matutino, más bien tirando a popular. Fue un éxito tremendo, me acuerdo que para el viaje a la luna, ¡30.000 ejemplares! A mí me metieron como jefe de deportes, no tenía idea de lo que debía hacer, pero después no me quería ir ni a garrotazos, porque para mí el diario es lo mejor”, me dijo.
Desde ese diario formó junto a otros trabajadores la “Agrupación Peronista de Trabajadores de Prensa 17 de octubre”, línea interna de la Asociación de Prensa de Santa Fe. Más allá de varias heridas que dejó esa agrupación en el otro sector, y de lo que nos ocuparemos en otro momento, Atilio me explicó el por qué de esa formación:
El tema era un poco ese, “trabajadores de prensa”, la nominación “trabajadores de prensa”, estaba preparada. A mí me da una bronca que se llame Asociación de Prensa… se tendría que llamar Sindicato como el de Rosario… pero te quiero decir, tuvo más bien una función de pronunciación, de propaganda, más que de una cosa ideológica. El objetivo era recrear totalmente el sindicato y fundamentalmente tratar de conformar una entidad que pueda discutir todos los temas gremiales con la patronal, y darle una obra social que prácticamente no tenía el afiliado, cosa muy difícil, porque es muy difícil acá, siempre fue difícil el pelear contra El Litoral y sobre todo que en ese momento muchos de nosotros éramos periodistas del otro diario, de la competencia de ellos
Aquí se lo puede escuchar un poco más extensamente:
El cierre de Nuevo Diario, junto al golpe militar, lo dejó en la calle. Sobrevivió escribiendo las revistas institucionales de Unión y Colón. Hasta que llegó la aventura del diario Noticias en 1980. Luego pasó por El Federal y más tarde por Hoy en la Noticia. Ya nos ocuparemos de ello.
Hoy quería decirle chau a Atilio.
4 comentarios:
Me gustan mucho las historias que publicás. También esta.
La muerte de Atilio me ha sorprendido lejos de Santa Fe y me ha conmovido. Tenía mucho para dar y decir todavía. Como siempre vos, Cintia, estás ahí dando muestras de tu sensibilidad y compromiso militante. Quiero, por este medio hacer llegar un fuerte abrazo a la familia de Atilio, a sus amigos, y deseando que su partida haya sido calma, sin dolores. Chau Atilio.
Gracias por esta historia, soy Ma. Laura Pravisani. Lo escuché, su voz, gracias. No me había contado q había hecho esa nota, me gustaría tener la grabación entera, este es mi correo fliagu-pra@hotmail.com
A 9 meses de su ausencia,yo Blsnca Pravisani que me toco el privilegio de ser su hermana menor le estoy super agradecida que los días muy tristes puedo escucharlo.
Publicar un comentario