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Crónicas de los 70 II: Eva y la revolución

El vigésimo segundo aniversario de la muerte de Evita se produjo a poco más de veinte días de la muerte del presidente Juan Domingo Perón. Aquellos días de tensión fueron reflejados por los dos diarios santafesinos. Los homenajes estuvieron signados por los discursos encendidos y las escaramuzas de los distintos sectores del peronismo.

En paz

Sin incidentes pero con un discurso encendido, se realizó uno de los tantos homenajes a Eva Perón el 26 de julio de 1974, en este caso en la Legislatura. El presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Rubén Dunda fue el orador en el acto en que se descubrió un busto.

Su discurso fue reproducido por Nuevo Diario bajo el título Justo homenaje a quien fuera la llama de la revolución que quedara inconclusa en 1955.


Este acento de nuestra revolución en el hombre, esta evidente connotación humanista de nuestra revolución en paz, fue el motivo por el cual Evita, la abanderada de los humildes, consumiera la mayor parte de su vida en apoyo a la niñez, aquellos niños, los únicos privilegiados que hoy son hombres, podemos rendir homenaje a Eva Perón”, comenzó diciendo Dunda.

Las palabras del diputado realzan la figura de Eva pero anclada en su obra pasada, en lo que quedó truncado con el golpe de 1955 y en los desafíos que en 1974 debía enfrentar el país. Cito algunos párrafos de lo que me pareció un discurso admirable:

  • Este es el justo homenaje a quien en vida fuera la llama viva y la eterna propagandista – concientizadora, forjadora de la conciencia social de nuestro pueblo, de la revolución que quedó inconclusa por el zarpazo reaccionario y pro imperialista del 16 de setiembre de 1955.
  • Esta revolución popular que interrumpieron las espoletas surtidas por la marina inglesa a nuestra flota de mar, y que significara a la postre 18 años de proscripción y angustia para la gran mayoría de los argentinos: los trabajadores, los humildes, los descamisados, como solía mentar Evita. Y esa revolución frustrada, interrumpida en 1955 es la que tenemos el deber, además de la necesidad, de continuar y concretar en esta hora.
  • Es la revolución que en paz nos permitirá cortar definitivamente, los violentos vínculos que todavía nos atan al imperialismo y nos permita dirigir a los argentinos nuestra propia política tendiente a la liberación nacional y social definitivas. Es la revolución, que en paz, nos permitirá tener relaciones diplomáticas y comerciales con todos los pueblos del orbe, sin que injerencias extrañas nos indiquen a quienes debemos comprar o vender y qué debemos adquirir o enajenar. Es la revolución, que en paz, permita al hombre argentino superar las condiciones de superexplotación del sistema capitalista y que permita hacer realidad el principio más caro para Eva Perón de la doctrina justicialista: que haya menos ricos y menos pobres en nuestro país.
  • Este acento de nuestra revolución en el hombre, esta evidente connotación humanista de nuestra revolución en paz, fue el motivo por el cual Evita, la abanderada de los humildes, consumiera la mayor parte de su vida en apoyo a la niñez, aquellos únicos privilegiados, que hoy son hombres, podemos rendir este homenaje a Eva Perón.
  • Si deseamos llevar adelante hasta sus últimas consecuencias aquella revolución inconclusa de quien Eva Perón fuera su máxima predicadora, necesitamos contar con la unidad monolítica de todas las fuerzas políticas del país. Es precisamente sobre las vacilaciones e inconsecuencias de algunos sectores políticos por donde se filtran los dictados feroces de los intereses imperialistas.
  • Alguna mente poco avizora no comprenda que en este homenaje a Evita le hayamos dedicado tanto tiempo a considerar aspectos de la revolución. Pero sucede que desde los diversos ángulos que se puede considerar a un ser humano, es únicamente la esencia el que deja herencia, que fertiliza, que trasciende, y en este aspecto, no cabe duda, Eva Perón y la revolución se confunden, torbellino imparable de amor en vida, bandera de lucha, ideal a alcanzar, de una revolución en marcha que ha de concretarse después de muerta. Evita, en todo el país y aquí estos argentinos de acción, sin distinción de banderías políticas, te prometemos llevar a feliz término, unidos y hasta el fin el ideal que soñaste y por el que entregaste tu vida.


Sin paz

Se realizaron más homenajes aquel 26 de julio. No todos en paz.


En la plaza del Barrio Santa Rosa de Lima, se emplazó un busto de Eva, que fue bendecido por el cura Osvaldo Silva. Al cierre del acto, que contó con la presencia de distintos representantes de organizaciones barriales de la ciudad, el ex secretario de Cultura de la Municipalidad, Héctor Pizarro, dijo que para lograr la unidad nacional había que estar atento “tanto a los sectores que coreando el nombre de Perón cuestionaban y aún competían la conducción a nuestro general, como a aquellos que escondiéndose en un afanoso ortodoxo peronismo” tampoco interpretan el proyecto de Perón. Finalizó, según la crónica de El Litoral, con una frase de Evita: “Nosotros somos el pueblo y yo sé que estando el pueblo alerta, somos invencibles, porque somos la patria misma

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La Juventud Peronista Regional II, tras lograr la autorización policial para realizar el acto, concentró en el mismo lugar en el que lo había hecho a la muerte de Perón. En Avenida Freyre y López y Planes, descubrieron un busto de Eva, junto al del ex presidente, inaugurado 20 días antes.


En la Universidad Nacional del Litoral tuvo lugar otro acto, presidido por el rector Celestino Marini y acompañado por miembros de la CGU. Cuando se entonaba el Himno, llegaron integrantes de la Juventud Universitaria Peronista “vivando a la organización ‘Montoneros’, a la vez que reiteraban el estribillo: ‘Si Evita viviera sería montonera”.

Las crónicas de El Litoral y Nuevo Diario relatan que miembros de la CGU sacaron armas de fuego  y los de la JUP, además de armas, cadenas. Sólo hubo golpes de puño, se echó a Montoneros, se cerraron las puertas y el acto continuó en el hall sin “indeseables”. Éstos, entonces, realizaron su acto en las escalinatas del edificio.


La Agrupación no Docentes Peronistas emitió un comunicado repudiando “la abierta provocación de los sectores estudiantiles de la tendencia que una vez más enfrentan a los trabajadores y a sus organizaciones”.

Más sobre la muerte de Eva en este blog:

Los diarios de Santa Fe el 26 de julio de 1952

Los funerales de Eva en Santa Fe

El 20º aniversario de la muerte de Eva




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