Hoy fue un día histórico, a no dudarlo. Hacía 44 años que
los trabajadores de El Litoral no paraban el diario. Podría haberse esperado un
poco de creatividad después de tantos años por parte de directores del vespertino.
Pero no, siguen con el mismo verso.
Hemos comentado alguna vez aquí unas pocas alternativas de
la huelga que en 1968 llevaron adelante periodistas, administrativos y gráficos
de El Litoral. Hay más, mucho más, pero sigo buscando editor para “Cuando
pararon las rotativas”.
Soy, sin ningún tipo de dudas, parte interesada en este
post: soy trabajadora de prensa, los compañeros trabajadores votaron una lista
que yo integro y que hoy conduce su gremio, pero además soy una “investigadora”
que se ocupó de recoger muchos testimonios alrededor de la historia de los
medios de Santa Fe. Y la huelga de 1968 fue un hito que, con ayuda de muchas
personas, algunas de las cuales ya no están, pude reconstruir.
En apretada síntesis, el despido arbitrario de delegados de
prensa y gráficos en 1968, derivó en una huelga que, más allá de los resultados
finales, fue inédita: durante casi un mes, El Litoral no pudo salir.
Aquella vez, envalentonado por el amparo de la dictadura de
Onganía, el diario encontró a sus culpables: intereses “inconfesables” que
querían callar a un medio “independiente”.
Leamos: “Sin que existiera motivo alguno de conflicto
propiamente laboral, se ha recurrido a medios oblicuos para tramar la
desaparición de un órgano periodístico”. Se explicaba entonces, que a partir de
intereses “inconfesables” o “extragremiales”, gráficos y periodistas querían
silenciar a El Litoral (que tenía su historia bajo esa y otras dictaduras, y
que la tendría en la siguiente). Aquel editorial se llamaba Acción comunista
contra la prensa libre.
Esta tarde, la edición que el mismo diario reconoce fue
hecha con personal jerárquico y titulares de la empresa (toda una novedad para
el conjunto de los trabajadores), dedica dos páginas a explicar una edición de “emergencia”.
Y otra vez se victimiza. Otra vez culpa a dirigentes
sindicales, esta vez “alineados con el gobierno nacional en su propósito de
sofocar la libertad expresiva de este diario” (¡!!!). Y habla de “intenciones
políticas cuyas explicitación pública sería motivo de vergüenza”. (¡!!!)
El Litoral no explica el resto. Ni siquiera nos vamos a
1968. Vayamos al 2002, cuando la empresa redujo los salarios; al último
procedimiento preventivo de crisis, a los REPRO, a los salarios y aguinaldos
desdoblados, y etcéteras y etcéteras.
Lo cierto es que El Litoral elige una vez más erigirse en “el”
órgano probo de opinión e información de todos los santafesinos; elige otra vez
acusar a sus trabajadores y representantes como los culpables de su falta de
gestión.
Los trabajadores, en cambio, tienen, con la contundente
demostración de hoy, cada vez más clara la definición que, a propósito de la
huelga de 1968, había publicado el diario CGT de los Argentinos: “Esta
conquista es un orgullo para los trabajadores de Santa Fe y para toda la clase
obrera argentina porque demuestra que para hacer andar las empresas lo único indispensable
es el aporte de los trabajadores”.
La edición del diario de hoy lo demuestra.
Y también demuestra la falta de creatividad de propietarios
y gerentes del diario. Son 44 años del mismo verso.
2 comentarios:
excelente; si me permitís, esta noche en el programa 3,50, de radio Nacional, leeré tu artículo en mi Editorial, a partir de las 21hs; el Editorial lo hacemos aprox. 21:20hs.
saludos y fuerza
Excelente; si me permitís leeré esta nota como Editorial hoy, a partir de las 21hs, en el programa 3,50, de radio Nacional; saludos y suerte.
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