El trabajo se inicia con una pregunta que finalizando el siglo XIX se hacía Floriano Zapata:
¿Qué misión han llenado todos estos periódicos en la vida política y social de Santa Fe? ¿Qué huella han dejado en el espíritu público sus viriles arranques, sus luchas apasionadas, su febril actividad, su excitabilidad nerviosa? ¿Qué influencia ha ejercido su propaganda en los evidentísimos progresos que viene conquistando la Provincia al través de mil extrañas y penosas vicisitudes?
Esta historia está recorrida por una premisa: el periodismo, en aquellas décadas, era una visible continuación de la política “por otros medios”.
¿Cuál era el espíritu de aquellos hombres del siglo XIX? Hay varias etapas, pero el impulso que subyace se mantiene: defender, con lenguaje más o menos violento, con discursos más o menos intolerantes, una idea, un sistema, una guerra, un gobierno, una persona, frente a otras ideas, otros sistemas, otros aspirantes al gobierno, otras personas.
Estas hojas de publicidad serán durante las primeras décadas, ni más ni menos que refuerzos discursivos al servicio de la guerra civil. Nadie habrá tenido expectativas de conquistar públicos lectores. De hecho, ni siquiera había en Santa Fe personas calificadas para escribir aquellas cuartillas; vendrán desde Buenos Aires o Entre Ríos para ponerse bajo el encargo de gobernadores y ministros.
Con el paso de los años, poco variarán estos objetivos. Evoluciona, claro, el modo de hacerlos, adquieren un cierto grado de periodicidad, pero continuarán atados al estado. Existe una imprenta propiedad de la provincia y a ella estará enlazada buena parte de la producción periodística del siglo XIX.
Por allí se imprimen hojas estatales. Luego el sistema se refinará bastante: la provincia realizará concursos de precios o licitaciones para entregar a manos privadas ese aparato con el fin de publicar por él los papeles oficiales; como compensación, ofrecerá, además de un pago, total libertad a los adjudicatarios para que hicieran con la imprenta lo que quisieran. Y los favorecidos decidirán utilizarla para publicar periódicos que, dirán, no son oficiales, aunque su lectura los desmentirá.
Aunque con una regularidad mayor a las anteriores, muchas de estas publicaciones nacerán en los meses previos a un proceso electoral y desaparecerán luego, con pocas excepciones.
La llegada de nuevos periódicos, exclusivamente privados, seguirá esa misma línea pasada la segunda mitad del siglo.
Uno de los puntos más destacados en la lucha político-periodística será la que mantienen sectores oroñistas e iriondistas. Tal como lo califica Diego Mauro, será un perfecto exponente de “luchas intraoligárquicas” (1). Allí es palmariamente claro, una vez más, que el periodismo es vivido como la continuación de
Esta historia del periodismo santafesino busca editor…
(1) MAURO, Diego “De la prensa de círculo a los albores de la prensa comercial (1850-1910)”. En: La organización productiva y política del territorio provincial (1853-1912). Nueva Historia de Santa Fe, Tomo VI. La Capital-Prohistoria, Rosario, 2006.
0 comentarios:
Publicar un comentario