Los versos de Sum Cantum

"...Tengo nabo largo e morrutu", dicen los versos de Sum Cantum que, habiendo violado la ley de imprenta, fueron añadidos a un expediente que llevó adelante la policía en 1906. Se trataba de un "poeta", "ebrio consuetudinario". El curioso descargo del editor de la hoja infractora.


En los muy voluminosos tomos que guardan nuestra historia primaria en el Archivo General de la Provincia, se pueden encontrar miles de expedientes curiosos. Uno de ellos es el número 122 del 4 de mayo de 1906.

Para esa fecha ya hacía treinta años que estaba en vigencia la ley de imprenta, que entre muchísimas otras cosas obligaba a los propietarios de las mismas a registrarse ante la policía.

El expediente al que nos referimos se inicia por la violación a ese artículo, aunque luego tendrá otras derivaciones.

Tulián Silva realiza un lastimoso descargo ante el ministro de Gobierno diciendo que la omisión de su registro había sido involuntaria.

Silva pide al ministro la exoneración de la multa ya que no fue su intención molestar a las instituciones de orden público por contravenciones. El descargo continúa con una súplica.

Dice Silva:

aplicar todo el rigor de la ley en su letra, a un trabajador por una simple infracción involuntaria, es como para llenar el alma de escepticismo hacia la justicia de nuestra tierra y desmoralizar a los que nos lanzamos al trabajo para demandar el pan a nuestro propio esfuerzo, en este país de riqueza, conquistado por su trabajo por el extranjero y donde son tan pocos, señor Nuestro, los hijos del país que se les ve laborar en nuestro taller, para contribuir al progreso nacional y en propio bienestar. Si a uno que se le escapa un tiro y mata a un ciudadano útil se le perdona porque no ha tenido la intención de delinquir ¿por qué no se nos ha de perdonar también a nosotros, que tampoco hemos querido incurrir en delito?

El expediente pasa a Fiscalía, luego a la Policía quien recibe otra denuncia por versos inmorales contenidos en el impreso de Silva. Adjuntados al expediente, Los Versos de Sun Cantum decían:

Todos me conucen Todos me conucen

Porque tengo nabo Porque tengo nabo

Largo e morrutu

Y si a ustedes les gusta Y si a ustedes les gusta

Que lu digan al mumento

Abriendo la pierna Abriendo la pierna

Se lo meto adrento.

Los versos terminaban prometiendo las obras completas ilustradas de Sun Cantum.

La policía secuestró 74 ejemplares y concluyó sagazmente que “Sum Cantum” no había escrito esos versos sino que lo había hecho Silva porque, según aclara el expediente Antonio Díaz alias Sun Cantum, “es un ebrio consuetudinario, que no lee ni escribe y es inconsciente”.

La fiscalía absolvió a Silva.