"Que nadie diga que no existen archivos hasta que hayamos buscado por todos lados".
En Santa Fe y Rosario se vienen -a principios de 2009- los juicios orales por Terrorismo de Estado. En esa direcciĂłn, Chababo asegura que los documentos que puedan hallarse o que están pero nadie los ha clasificado, "podrĂan ser de suma importancia en algunos casos". El titular del Museo de la Memoria de Rosario cree que "los archivos de la represiĂłn deben estar bajo una clara polĂtica de Estado que los preserve y determine la accesibilidad a los mismos". Por Leo Ricciardino
Para historiadores, investigadores y cientistas sociales en general; los archivos lo son todo y lo Ăşnico que ha hecho por ellos la tecnologĂa es facilitar su almacenamiento -que no es poco- pero jamás logrará reemplazarlos. En el trabajo, la lucha y la militancia por la memoria en nuestro paĂs, siempre existiĂł la idea de que la represiĂłn en la dictadura "no dejĂł archivos, ni registros". Y eso es, al menos, una licencia que por años permitiĂł eximir a gobiernos y al Estado en general en todos sus niveles, de una verdadera tarea de bĂşsqueda, clasificaciĂłn y diseños de polĂticas de accesibilidad a esos archivos. Por fortuna, en los Ăşltimos años la tendencia comenzĂł a revertirse con los archivos de la DIPBA de la PolicĂa de la provincia de Buenos Aires, hallados casi de casualidad y cuyo volumen y detalle pueden ser comparables con los documentos clasificados de la Stasi, la policĂa secreta alemana oriental durante
Además, hay que acelerar los tiempos porque "en 2009 se vienen los juicios orales y todo material que pueda aportar a estas causas podrĂa llegar a ser valiosĂsimo", dijo el funcionario.
Precisamente, el Segundo Encuentro de Archivo y Derechos Humanos -que se realizará en Rosario el 25 y 26 de octubre-, "nace como una acciĂłn conjunta del Museo de la Memoria y Memoria Abierta de Buenos Aires, como un intento de empezar a fijar y profundizar en algunas pautas que nosotros consideramos esenciales y necesarias; en lo que tiene que ver con las polĂticas pĂşblicas relacionadas con los archivos del horror, los archivos de
-¿Por quĂ© es necesario hacer este tipo de encuentros o generar este tipo de debates?
-Es porque a pesar de que ya pasaron 25 años desde la recuperaciĂłn de la democracia y a pesar de que nosotros tenemos un campo cultural e intelectual sumamente poderoso y activo, las polĂticas de archivo en general en el paĂs, se podrĂa decir que van en retraso. Hay acciones que son sumamente reconocibles como las del Archivo Nacional de la Memoria que se crean inmediatamente despuĂ©s de 2003. Hace un trabajo impresionante como el que nosotros tambiĂ©n hicimos aquĂ en el Museo, por ejemplo, con la digitalizaciĂłn de
-¿La materia de la que hablamos requiere especializaciĂłn, o cualquier archivista o historiador está en condiciones de organizar este material?
-Necesita de una especializaciĂłn porque cualquier trabajo con este tipo de archivos es muy importante, delicado. Primero porque un archivero que trabaja con documentos vinculados, por ejemplo, al Cabildo de Santa Fe, se encuentra con un determinado tipo de material. Pero si se pone a trabajar con archivos de la represiĂłn, halla un material absolutamente diferente. Porque los archivos de la represiĂłn en el mundo se han legislado de manera muy estricta porque sabemos que se refieren a personas -en muchos casos- que todavĂa están con vida, que han sido objeto de persecuciĂłn polĂtica durante los años de la dictadura y para quienes esa documentaciĂłn es sumamente importante. Por otra parte, esos archivos al ser de carácter sumamente minucioso y casi obsesivo por parte de las fuerzas policiales que los desplegaron; guardan informaciĂłn sobre la vida privada de esas personas. Por eso mismo, no se puede brindar una documentaciĂłn a cualquiera que quiera venir a requerir un archivo sobre -por ejemplo- X persona.
En ese sentido, Chababo cita como ejemplo a quienes han trabajo de manera modĂ©lica y con una orientaciĂłn "que debiĂ©ramos seguir, como es el archivo de la provincia de Buenos Aires, el de la DIPBA de La Plata que recoge 70 años de archivos construidos por la policĂa de Buenos Aires. Y son 70 años de seguimientos a miles de ciudadanos, y en este sentido es paradĂłjico: El mejor objeto de memoria sobre el pasado reciente, lo han construido las propias fuerzas represivas. Quien quiera conocer algo de ese pasado deberá entrar, en muchos casos, a ese archivo. Por ejemplo, porque se encuentra desde el volante que se tirĂł en una manifestaciĂłn del año 54 en la esquina tal y tal, hasta las consignas que cantaban un grupo de diez manifestantes en una plaza de Avellaneda. Está todo, con fotografĂas, volantes, etc. Lo cierto es que buena parte de estos archivos de la represiĂłn, han sido encontrados -al menos en la historia de AmĂ©rica Latina- por azar. Las fuerzas represivas han intentado sistemáticamente desprenderse de esto".
-Por ejemplo, ¿quĂ© hay de ese viejo mito de que gran parte de la documentaciĂłn de la represiĂłn en Argentina volĂł a España en los primeros meses de 1983?
-La verdad es que sobre eso hay versiones encontradas. Pero es cierto que la mayor parte de lo que aparece es vinculado a las fuerzas policiales y no a las fuerzas armadas. PodrĂamos pensar que hay algĂşn tipo de documentaciĂłn que ha salido fuera del paĂs y la verdad es que habrĂa que consultar con algunos especialistas que hayan profundizado en esta temática en particular. Lo que sĂ podemos decir es que, no es como muchos dicen, "no existen archivos". Los archivos existen y se necesita una voluntad polĂtica de ir en busca de esos archivos, porque un particular cualquiera no puede golpear las puertas de una comisarĂa o de una dependencia policial equis, de cualquier provincia, y decir `señores, dĂ©nme los archivos'".
-En Santa Fe, ¿quĂ© es lo que hay en materia de archivos de la represiĂłn?
-Bueno, en su gran mayorĂa hay archivos de la policĂa, de lo que era el Servicios de Informaciones que ahora están en la famosa comisarĂa 4ta de
-Hablando de polĂticas de Estado respecto de este tipo de archivos, en Estados Unidos es famosa la decisiĂłn de desclasificar esos documentos cuando pasan 30 años.
-Claro, y en ese caso han sido muy importantes para probar no hace muchos años atrás, cĂłmo el Departamento de Estado y Henry Kissinger no sĂłlo conocĂan sino que habĂan instigado los golpes de Estado en AmĂ©rica Latina, sino que tambiĂ©n habian avalado las polĂticas de extermino de opositores a esos regĂmenes que se instalaban. Es más, hay una parte escrita donde en un momento Kissinger dice "apĂşrense a matar", eso está escrito. Esto hasta ayer quizás era mito, pero despuĂ©s se encontrĂł el documento. Entonces, los procesos de desclasificaciĂłn son claves en los momentos transicionales de las dictaduras a las democracias.
Para el titular del Museo de la Memoria de Rosario, "nos encontramos aquĂ y ahora frente a una generaciĂłn de gente muy joven que quiere saber a cerca del destino de sus padres. Entonces sabemos que fueron asesinados, desaparecidos, etc. Pero por ejemplo en el caso del archivo de La Plata, es posible reconstruir previamente la historia de ese crimen porque está la etapa previa de hostigamiento y de seguimiento". Y además insistiĂł en que "han pasado 25 años de democracia y la deuda pendiente que tenemos en Santa Fe en materia de archivos de la represiĂłn, es trágica. Lo que hasta ahora tenemos son pilas de papeles que no están ordenados y sobre los que no se ha definido una polĂtica de accesibilidad y que logre ubicar a nuestra provincia dentro de la red de instituciones en el paĂs que trabajan en ese sentido. Si pensamos que las polĂticas de aniquilaciĂłn y de exterminio estuvieron a nivel continental a partir del Plan CĂłndor, tambiĂ©n tenemos que concluir que es lĂłgico que haya habido un intercambio de informaciĂłn sobre -por ejemplo- personas que eran de Rosario y fueron perseguidas en CĂłrdoba o viceversa y por lo tanto haya habido cruce de informaciĂłn entre las distintas fuerzas represivas de cada jurisdicciĂłn. Pero esto no es algo que imaginamos sino que está comprobado. Por eso debemos darnos una polĂtica seria de archivos, de conservaciĂłn y de protecciĂłn. Y tenemos la oportunidad, porque esto requiere presupuesto, gente especializada, pero los fondos cuando los hemos solicitado han aparecido".
-El Museo de la Memoria de Rosario, cuando estĂ© instalado en su sede definitiva del ex Segundo Cuerpo de EjĂ©rcito de Moreno y CĂłrdoba; ¿tendrá una secciĂłn especial vinculada a estos archivos?.
-Nosotros consideramos que esa sede que vamos a recuperar para el patrimonio de la ciudad para el 30 de mayo de 2009, debe tener una parte especĂfica vinculada a los archivos. Y no solamente los archivos de la represiĂłn sino que pensamos tambiĂ©n en otros archivos que tienen que ver con lo que uno puede llamar "la escena Ăntima" que tambiĂ©n aporta otro tipo de informaciĂłn, quizás no judicial, pero se refiere puntualmente a todo ese material que lentamente vamos recuperando de madres, de hijos, de hermanos, de ex presos polĂticos que vienen con sus cajas con cartas, fotografĂas, partidas de nacimiento, etc. Nosotros tenemos que anticiparnos a la amenaza cierta de que digan que esto no ocurriĂł. Porque la memoria en sĂ misma no alcanza, porque la confianza en que la memoria solamente puede servir de reaseguro para garantizar a las futuras generaciones que eso ocurriĂł, es insuficiente. AhĂ hay que ir por la documentaciĂłn, porque si uno piensa en que hubo, hay y habrá quienes negaron la existencia del holocauso, sĂłlo resta imaginar lo que puede pasar con las atrocidades cometidas por la dictadura argentina. Y tambiĂ©n lo que tienen los archivos es que dan sorpresas, siempre hay cosas inesperadas, algunas de ellas muy tristes, pero están ahĂ y hay que afrontarlas.
Chababo refiere además un hecho muy contundente relacionado con documentos y archivos de la represión en Rosario. "No podemos olvidar que aquà tenemos el triste privilegio de haber sido objeto de uno de los mayores robos de archivos que tienen que ver con los materiales de
El funcionario señala que "ahora que la provincia de Santa Fe ha empezado a poner en marcha su programa de ProtecciĂłn a Testigos, tenemos los juicios orales que se vienen en los primeros meses del año prĂłximo; que está por ponerse en marcha — al menos lo que hemos charlado con
La digitalizaciĂłn de la historia
La partida oficial permitirá salvar documentos que corren serios riesgos. Y habilita un millonario crédito del BID. Del papel al CD. Por Pablo Bruetman.
El viernes 5 en el BoletĂn Oficial se publicĂł el decreto firmado por
Originalmente el proyecto dependĂa solo del dinero del Estado y servĂa Ăşnicamente para que el archivo se adaptase –mejor tarde que nunca– a los avances tecnolĂłgicos pasando los documentos al formato digital.
El director del Archivo General, JosĂ© Luis Moreno, presentĂł el proyecto al BID con la inclusiĂłn de más puntos, como por ejemplo la creaciĂłn de un nuevo edificio: “Cuando ingresĂ© al archivo como director –cuenta a CrĂtica de la Argentina en su despacho– los 21 millones ya eran una cifra que el Ministerio del Interior habĂa obtenido de distintas partidas”. Si bien en un comienzo se iba a licitar el trabajo digital para tercerizarlo, finalmente se decidiĂł que el Archivo mismo, a travĂ©s de convenios con instituciones educativas, se encargue del trabajo. “De hecho ya tenemos –dice Moreno– un área de digitalizaciĂłn y con precarios medios se ha avanzado bastante con unas series documentales que corrĂan riesgo”.
El investigador del Conicet, designado como asesor tĂ©cnico del proyecto por el Ministerio del Interior, Juan Zabala dijo a CrĂtica de la Argentina que el trabajo comenzĂł con los estudios de prefactibilidad que, segĂşn explicĂł, son requeridos por el BID para realizar el prĂ©stamo. “Se está estudiando el espacio fĂsico que hay en la sede de Alem, las alternativas de digitalizaciĂłn, quĂ© tipo de tecnologĂa será necesaria y los documentos escritos. TodavĂa no sĂ© sabe con quĂ© se va a empezar en concreto”, reconociĂł Zabala, quien si bien se mostrĂł optimista, tambiĂ©n aceptĂł que el BID no ha dado la palabra definitiva con respecto a la financiaciĂłn: “Ya se iniciaron las gestiones para obtener el financiamiento pero tienen mucho pasos administrativos, de los cuales ya se han aprobado varios.
Faltan otras instancias de evaluaciĂłn, pero hay un consenso en que obtener el financiamiento del BID es muy factible” y es el Ăşnico que se anima a poner una fecha que baja las expectativas: “para que esto se concrete falta más o menos un año”, dijo.
Sin ese dinero será imposible realizar todos los cambios previstos. Con todo el presupuesto adjudicado, el plan es invertir seis millones de dĂłlares en gestiĂłn archivĂstica, 8,5 para la adecuaciĂłn edilicia, tres en equipamiento tecnolĂłgico, 1,7 para coordinaciĂłn y asistencia tĂ©cnica y 800.000 dĂłlares en gestiĂłn institucional.
Moreno se ilusiona con la revoluciĂłn del archivo: “Con la digitalizaciĂłn, muchos de los investigadores se van a sentar en una computadora y trabajarán las imágenes, y los documentos no digitalizados se seguirán consultando como antes. Una vez que estĂ© digitalizada, la documentaciĂłn se va a preservar en una caja porque el manoseo atenta contra ella”.
A MĂłnica Muñoz, directora de la AsociaciĂłn de Amigos del Archivo, hay algunas cuestiones del proyecto que no la terminan de convencer. “Va a fallar porque cuando empiecen a digitalizar lo que no está en condiciones tendrá que ser restaurado a un ritmo decoroso. Y el área de restauraciĂłn y conservaciĂłn no está preparada ni en maquinaria ni en cantidad de gente para sostenerlo”; y agrega una crĂtica metodolĂłgica: “quieren digitalizar primero lo que tiene mayor valor histĂłrico, pero nosotros creemos que hay que empezar por lo que está más deteriorado, lo que queremos sacar de circulaciĂłn”.
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