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"Pasiones" detrás los crímenes

Otra mujer fue asesinada, y los signos visibles que anunciaban el crimen fueron ignorados. Poco importa que el dinero también estuviera detrás. Otra mujer fue asesinada por su pareja. ¿Hasta cuándo? ¿Desde cuándo? Otro caso que conmocionó a Santa Fe en 1936.

Conmovió a Santa Fe, en julio de 1936, un crimen que tuvo por protagonista a un conocido médico de la ciudad: el doctor Domingo Esquivel. Tenía en esos momentos 36 años y se había casado con Gladis Filiberti, 12 años menor que él. No se supo públicamente por qué, pero a los dos años, el matrimonio se separó, primero de hecho y luego, Gladis se había presentado en Tribunales pidiendo el divorcio, que al momento de los hechos estaba en trámite.

Esquivel, hombre querido y bien posicionado socialmente, intentó hacer desistir a su esposa. Por ejemplo, le envío varias cartas, que chocaron con el rechazo de Gladis. Incluso buscó a amigos para que intentaran un acercamiento, pero tampoco hubo resultados.

Esquivel se deprimió, aseguró el diario El Orden, y buscó la forma de encontrarse con ella. Y lo logró el 7 de julio, a eso de las 14 horas. Gladis y su madre transitaban por calle San Jerónimo, y al llegar a la tienda “Los dos mellizos”, ambas entraron.

Las siguió, ingresó a la tienda y comenzó a hablar en voz baja con ellas. Luego, enardecido, desenfundó su pistola. En esos momentos estaban en el local cuatro clientas, tres empleados y el matrimonio dueño. Domingo Esquivel descargó al menos tres disparos sobre cada una de ellas. Algún testigo, sin embargo, creyó oír más.

Luego de eso, entró otro hombre que se acercó a Esquivel y le dijo: “Venga conmigo doctor”. Salieron, y subieron al automóvil. Luego el doctor se entregó.

Cuando la policía terminó la revisión de los cadáveres, el juez dispuso que fueran trasladados a la comisaría 2ª. La policía decidió hacerlo en el carro de bomberos que se utilizaba habitualmente para el transporte de residuos. El público, agolpado en el lugar, protestó hasta que llegó una ambulancia.

Durante varios días El Orden sigue el caso, que va tomando condimentos políticos poco a poco. El juez iba a llamar a prestar declaración al ex interventor Manuel Alvarado, que era visto muy a menudo en compañía de Esquivel.

El proceso llevó cinco años. Fueron citadas numerosas personas que declararon acerca del hostigamiento y amenazas que Domingo Esquivel profería a su esposa. Sin embargo, el doctor Miguel Ángel Cello, su defensor, convenció en sucesivas instancias a los magistrados de que Esquivel debía ser recluido en un manicomio. El hombre había matado dos veces en un rapto de "alienación mental".

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