Un periódico santafesino dio crédito a fines del siglo XIX a la aparición de un fantasma. Relató cómo un grupo de hombres salieron en su caza y cómo se rindieron al pánico.
Sin un asomo de ironía, Unión Provincial informa que una noche varios individuos salían del mercado en dirección a los suburbios del norte de la ciudad. “Llevaban el propósito de perseguir un fantasma que dicen se aparece por aquellos cercados, no dejando dormir a viejas ni a niños”.
“Como el que busca encuentra, no tardaron los perseguidores en dar con el objeto de sus ansias”.
Y como no todo tiempo pasado fue mejor, los muchachos, que primero “tendieron línea de batalla” contra el fantasma, “de pronto se vieron acometidos en un terror pánico, encomendando su salvación a las piernas”.
Los machos, no tuvieron problemas en asumir su falta de coraje y describieron al aparecido: “un monstruo desnudo cuyos ojos brillaban como dos ascuas produciendo fulgores sinistros”.
Las viejas y los niños seguían sin dormir, con lo que el diario recomienda que “si hay otros bravos, se animen a perseguirlo pero pidan antes informes a los primeros”.
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